martes, 18 de junio de 2013

Paraísos fiscales

Hace días leí una noticia que me llamó la atención. Resulta que Gran Bretaña ha pedido a 10 de sus territorios de “ultramar” que se adhieran a una especie de pacto por la transparencia fiscal. Y es que esas zonas autónomas son calificadas como “paraísos fiscales” y, claro, con la que está cayendo, ya es hora de sacar dinero de donde hay.

Los territorios que firmarían el acuerdo, o los que Londres quiere que firmen, son: Bermudas, Gibraltar, las Islas Caimán, Anguila, Montserrat, las Islas Vírgenes Británicas, Jersey, las Islas Turcas y Caicos, Guernsey y la isla de Man. Muchos de estos nombres les sonarán por las películas de espías; otros, como Gibraltar, por tenerlos aquí cerquita.

Ya sabemos que un paraíso fiscal es una zona en la que se pagan muy pocos impuestos y, sobre todo, en la que el secreto bancario impide perseguir o seguir cualquier pista que termine por atrapar a un defraudador. En los paraísos fiscales no sólo se pierden millones  que empresas “competitivas” no pagan en sus respectivos países, sino que también puede ser el rincón oscuro donde se esconda el dinero procedente del tráfico de drogas, armas o un largo etcétera de actividades ilícitas.

La fuga de capitales es una amenaza constante del poder económico hacia los estados soberanos, tal y como explicó Ulrich Beck en su libro “Poder y contrapoder en la era global”. Mientras el dinero tiene alas, el Estado tiene raíces, y así es muy difícil adaptarse a la velocidad lumínica a la que se mueve el primero.

Perseguir estos paraísos, o prohibirlos, se ha convertido en una ardua tarea. Muchos son estados soberanos y eso conllevaría establecer una normativa internacional que los prohibiera, so pena de ser considerada una injerencia en la cuestión interna de cada cual.  Además, lo que es evidente es que hay países cuyo sistema bancario y su laxa normativa fiscal los hace enormemente ricos, desarrollando sus economías mucho mejor que ningún otro sector. Pequeños estados o zonas de ultramar, son áreas que han encontrado en ser paraíso fiscal la gallina de los huevos de oro.


A continuación, os dejo un cuadro con los paraísos fiscales que, según la normativa española y a fecha de enero de 2012, existen en el mundo:


Según se puede leer, muchos paraísos han dejado de ser considerados por España como tales, entre otras cosas, porque se han llegado a acuerdos con ellos. Lo que no quiere decir que no sean zonas con muy baja presión fiscal (como es evidente en el caso de Andorra).
Para ir concluyendo, hay un dato que me gustaría resaltar: según la ONG Oxfam, en el mundo se esconden unos 14 billones de euros en paraísos fiscales

Tal y  como se puede leer en la noticia, “los paraísos fiscales bajo jurisdicción de la UE, como los de Luxemburgo, Andorra o Malta, facilitan la pérdida de más de 80.000 millones de euros en ingresos fiscales en todo el mundo y, de esa cantidad, más del 50 % corresponden al Reino Unido”. Bueno, ya nos explicamos el interés de Londres por poner un poco de orden en esa tela de araña que une paraísos fiscales, pérdida de recaudación y zonas “autónomas amigas”.

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