lunes, 19 de octubre de 2015

Lo gratis y lo rentable en Internet



En un interesante artículo, Enrique Dans se preguntaba sobrelos modelos tipo “Fremium” tras los serios problemas que ha tenido que atravesar una de las principales empresas que apostaron por este modelo de negocio: Evernote.

¿Se puede vivir sólo convenciendo a los usuarios sobre las ventajas de un producto? En Internet estamos constantemente enfrentándonos a la pescadilla que se muerde la cola: si no podemos engancharnos gratis a un producto, es difícil terminar pagando por él. Pero el nivel de fidelidad a los servicios que tantísimas compañías nos ofrecen en la red es cada vez menor. Basar el negocio en que el consumidor valorará nuestro trabajo de forma voluntaria y hará aportaciones altruistas es bastante arriesgado. Es cierto que ha funcionado bastantes veces, pero no tiene por qué ser así en otras tantas. No podemos olvidar que los consumidores disponemos en Internet de un abanico inmenso de productos, muchos de ellos similares, entre los que elegir. 

Otro ejemplo es Feedly. Es cierto que para mí es una herramienta indispensable, al igual que Hootsuite. Pero, si realmente no necesito la opción de pago, ¿la contrataría? Y si deciden imponer una cuota, ¿no saldrá un competidor planteando una alternativa?

Tras la noticia de que Twitterdespedirá a más de 300 empleados, sigo pensando que no tengo nada claro el que todo lo relacionado con la Red vaya a dinamizar el mercado de trabajo sustituyendo, por lo menos en España, lo que otrora generó una burbuja inmobiliaria.  

Lo más difícil, y lo veo cada día porque al ser blogger me preocupo por valorar esas cosas, es saber monetizar la gestión de la información en un mundo en el que ésta sobra. Si decides cobrar y nadie te sigue, entonces tienes que ser consciente de  buscar alternativas financieras para mantener tu proyecto. ¿Crowdfunding? Puede, pero entonces ya es necesario competir con miles de personas que también quieren repartirse el trozo de la tarta.

Internet ha abierto muchas posibilidades de negocio, pero multiplica exponencialmente la competencia. Si antes era difícil montar un periódico, hoy cualquiera puede tener una publicación de calidad media y lanzarse al mercado. Por lo tanto, la publicidad ya no es suficiente para garantizar el éxito de un producto. La opción del micropago es bastante viable, pero entonces es necesario incrementar la calidad a límites muchas veces demasiado caros para lo que se quiere cobrar. 

Aun así hay muchísima gente que se gana la vida gracias a Internet, desde youtubers hasta compañías que generan productos de  una calidad más que aceptable. En estos tiempos de incertidumbre, parece que lo difícil no es sólo generar negocio, sino mantenerlo un tiempo respetable.

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